Juan Carlos I ha recibido noticias de personas que aseguraban ser sus herederos incontables veces, sin embargo, nadie ha llegado tan lejos como para incluso intentar llevar este asunto a la justicia, como lo ha hecho el protagonista de esta tragedia. Por supuesto que el emérito rey jamás hizo caso a estas especulaciones.
Juan Carlos I cargará toda su vida con la duda si esta persona que señalaba en cada oportunidad podría ser su hijo, si realmente era parte de su familia, al menos genéticamente hablando.
Albert Solà Jiménez ha sido quien en muchos años no ha dejado de insistir en que el padre de Felipe VI era su progenitor, tristemente este sábado no se han recibido buenas noticias ya que, fortuitamente, ha fallecido.
“El monarca”, como lo llamaban algunos habitantes del pueblo catalán, se encontraba en un bar de Girona, aún no se conocen los detalles que apunten a su descompensación, solo se sabe que él terminaba de salir del restaurante en donde trabajaba, con dirección al sitio donde frecuentemente se reunía con sus amigos.
Pidió una copa de vino, la tomó y cuando iba para la mesa donde estaba su compañero, se desplomó.
Fue lo que advirtió una testigo sobre la situación, cabe mencionar que los servicios médicos al momento en el que arribaron al lugar, ya no pudieron hacer nada, y que uno de sus amigos había intentado reanimarlo.
Este sujeto de 66 años, se había pasado su vida entera intentando probar su parentesco con el emérito rey. Este triste precedente ha ocurrido tan solo horas después del regreso del programa “¿Quién es mi padre?”, presentado por Carlota Corredera, el cual abordaría su particular caso. De hecho, él iba a ser el primer invitado pero el destino no ha querido que pase por la televisión.
Albert, en muchas oportunidades ha narrado que ha sido criado por unos campesinos en una isla del Mediterráneo, pero en su vida se ha topado con diferentes personas quienes le aseguraban que era uno de los hijos del rey Juan Carlos I.
Juan Carlos I nunca le ha aceptado ni una llamada, tampoco respondió a los citados en tribunales que le hacía su supuesto descendiente, argumentando en cada ocasión que la información no era totalmente verídica. Sin embargo, Albert nunca dudó de su origen e inclusive había logrado realizarse una prueba de ‘ADN’ cuyo resultado había dado un 99% de coincidencia. Su historia, el pasado año, llegó a las páginas del “New York Times”, quienes aseguraban que su versión estaba corroborada por un agente secreto español, por desgracia, nunca se sabrá la verdad.