Kiko Hernández ha visto con sorpresa, como toda España, cómo su nombre ha sido mencionado con insistencia en los últimos días. Un asunto lo ha puesto en el foco de la escena mediática, algo que no le gusta ni un poco, pues así lo ha dejado claro en más de una oportunidad.
El pasado jueves, Kiko Hernández pasó por "Sálvame". Había dado mucho de qué hablar por su presunta historia con Fran Antón, aunque tampoco le agrada que se refieran a ello. Y en el magacín protagonizó un episodio singular, cuando advirtió que habían ignorado una exigencia suya.
El pasado verano, en sus merecidas vacaciones, el de Mediaset se fue a Florida con sus hijas, y allí, como era de esperarse, hubo alguien que estaba en el momento y lugar precisos para lograr un par de 'clicks'. En las instantáneas se le veía con la cabeza cubierta por el reciente implante capilar que se realizó, y también aparecían sus retoños.
Eso indignó al colaborador, que plantó cara a Telecinco y no se presentó a trabajar en el programa antes mencionado, en la fecha en que debía hacerlo. Además, envió una carta pidiendo que dichas 'pics' sean borradas de todas partes, de modo tal que no quede registro de ellas. Cuando vio que hace 48 horas volvían a emitirlas, se ofuscó y quiso marcharse del plató. Jorge Javier le pidió que no sea 'bobo' ni 'haga el numerito', y allí se sinceró como nunca.
¡Estoy así por la cara que se me ha quedado!
"Y hasta que no se me arregle, me provoca inseguridad. Cada vez que me veo en cámara me pongo mal. Si esto os provoca risa, allá cada uno", dijo. Así, dio a conocer que el motivo de su malhumor proviene, en parte, del hecho de que no está satisfecho con su aspecto tras sus últimos retoques.
Pero al continuar su diálogo con el presentador del formato, reveló qué más lo trae así: "Falleció una tía mía, luego Mila Ximénez y ahora Begoña. No estoy acostumbrado a estas pérdidas, y de repente, vienen todas juntas. No lo procesas. Quiero descansar un tiempo, tomarme unos días".
Para finalizar, y como un ruego quizás dirigido a los directivos de la cadena, Kiko Hernández añadió: "Por mi salud mental necesito parar, no puede ser. Ayer tenía ideas raras en mi cabeza. No puedo más". Mientras lo decía, sus ojos estaban colmados de lágrimas y ha sido extraño verle así. Siempre ha dado una imagen de ser 'frío', pero ahora ha enseñado otra cara. Y para muchos, fue grato que lo hiciera.