Pipi Estrada ha estado pasando por un verdadero tormento por culpa de su anterior pareja y lo ha llevado al punto de consultar con un abogado sobre lo que ocurriría en el caso de que decidiera tomar cartas en el asunto y demandarla.
Pipi Estrada es acusado por haberla agredido psicológicamente y obligado a llevar a cabo el embarazo de la hija que tienen en común, una relación que al parecer no ha sido para nada sencilla con el paso de los años, ya que desde el primer momento en el que se conocieron, habían caído rendidos mutuamente.
Miriam Sánchez es la responsable de las pesadillas del periodista, últimamente, pues no ha parado de hostigarlos y difamarlo por todos los medios posibles. La exactriz no tiene buenos antecedentes, incluso ha perdido la custodia de su hija en el año 2013, a pesar de esto, se sabe que adora a su retoño y dice mantener una buena relación con ella.
La que fue esposa del comentarista deportivo ha intentado manchar su imagen de diferentes maneras posibles, hasta ha develado en una ocasión que le ha contagiado infecciones, a causa de lo que ha tenido que ser ingresada en una clínica. Por supuesto que no hay pruebas que confirmen si su historia es verdad.
Todo lo que dice es falso.
Asegura dolido y desesperado el tertuliano, quien se encuentra intentando probar que siempre ha tenido un trato respetuoso y cariñoso con Miriam, por lo que le resulta sumamente extraño este ataque de su parte.
Admite que la situación le está sobrepasando y pese que no quería llegar a este punto, no encuentra otra solución más que tomar medidas legales y dejar la situación a cargo de un tribunal que determinará lo mejor para ambos.
El ex de Terelu Campos no entiende porqué se porta de esta manera con él, siendo que en reiteradas ocasiones le ha ayudado y ha apoyado en momentos muy difíciles, en el medio de su defensa ha comentado que parece estar “poseída” en su contra.
Pipi Estrada considera que aquí la única que saldrá verdaderamente perjudicada es ella, debido al consumo de alcohol y otras sustancias a lo largo de los años, motivo por el cual el periodista mantiene a su hija bajo su cuidado. La joven no sabe nada sobre esto y él espera que así continúe, incluso está tramitando la documentación para enviarla a un costoso internado en Sigüenza, donde será educada con lo mejor y se la instruirá para que sea responsable y tome las mejores decisiones en su vida.