Jorge Javier Vázquez ha presentado su última obra maestra, una carta de despedida para su querida amiga, Mila Ximénez, quien ha fallecido dejando uno de los más terribles dolores que ha experimentado el periodista.
Jorge Javier Vázquez abrió su corazón tras este agonizante hecho, el cual le ha traído depresión y ha sido su principal motivo para acudir a la terapia. Este libro es mucho que solo la historia de una amistad y una tragedia, es la forma que ha encontrado el escritor para contarle a sus lectores cómo se ha visto en esos momentos, además espera poder brindar un mensaje esperanzador y servir de ejemplo para quienes estén pasando por algo similar.
Además de lidiar con el vacío que le dejó la que fue colaboradora, la pieza editorial se sumerge en una devastadora conversación que tiene el presentador con su psicóloga, en donde le pide que deje de consumir alcohol, debido a que su problema podría empeorar a causa de su estado emocional. Y de esta manera, comienza un viaje por las adicciones de Jorge.
Toda su vida ha intentado poner fin a uno de sus más habituales y nocivos consumos: el alcohol. El creativo aseguró que esto no ha surgido a partir de la mala noticia que cambio su mundo.
Hace muchos años que acostumbraba a beber en cantidades descomunales, incluso llegando a un punto sin retorno en el que él mismo era consciente de que no estaba bien lo que hacía y tampoco le ayudaba a resolver los conflictos que frecuentaban su mente, sin embargo, no podía dejarlo.
Tengo comportamientos adictivos y mi psicóloga cree que soy adicto. Voy a un centro de adicciones y estoy yendo a terapia de grupo, pero nunca he estado ingresado.
El presentador de “Sálvame” asegura que muchas veces se ha preguntado por su condición y ha recurrido a varios profesionales que nunca le daban una respuesta certera, aunque también ha admitido que existe la posibilidad de que haya hecho oídos sordos a ella.
Mientras su relación con el alcohol era una de las más tóxicas que tenía a su alrededor, ha confesado que no era lo único que perjudicaba su integridad física y mental, su adicción por las relaciones íntimas también lo han llevado a vivir situaciones incómodas y desagradables.
Jorge Javier Vázquez buscaba escaparse de la realidad que vivía constantemente, por lo que su disfrute en estas actividades era la forma de controlar su ansiedad y su estrés, por supuesto que esto no es saludable y solo empeoraba su calvario. Además, el presentador es adicto al trabajo, pero por supuesto que el nivel de peligro que representaba no se compara con sus dependencias anteriores.