Carlos III lo ha vuelto a hacer. El recientemente nombrado monarca del Reino Unido y de la Mancomunidad de Naciones sorprendió al mundo entero con la determinación que ha tomado, la cual obligará al Parlamento a modificar algunos artículos de su Constitución.
El 10 de septiembre del corriente año, Carlos III fue proclamado rey después del fallecimiento de Isabel II, que fue la portante de la Corona por 7 décadas, lo que la transformó en una de las reinas más longevas de toda la historia. Su deceso marcó el ascenso de su primogénito y de Camila de Cornualles, su esposa.
El pasado 14 de noviembre, el soberano celebró sus 74 años, y pareciera que está decidido a iniciar su nueva vuelta al sol con muchos cambios. 24 horas después del aniversario de su natalicio, envió un mensaje en el que declaraba su intención de delegar sus tareas a sus hermanos. Lo curioso del caso es que, según la Ley británica, solo se puede nombrar a un reemplazante, por lo que su pedido deberá ser deliberado por las cámaras.
Acorde a lo que publican diversos medios ingleses, el sucesor de la Reina Isabel ampararía su solicitud en la necesidad de "(...) garantizar la continua eficiencia de los asuntos públicos cuando no estoy disponible, como cuando estoy desempeñando funciones oficiales en el extranjero". Más adelante, declara que le satisfaría, si las Cortes lo consideran pertinente, "(...) que el número de personas que pueden ser llamadas a actuar como Consejeros de Estado según los términos de las leyes de Regencia de 1937 a 1953 incluya a mi hermana y a mi hermano, la Princesa Real y el Conde de Wessex y Forfar, quienes ya anteriormente asumieron este papel".
Es conveniente, aquí, destacar que, acorde a lo dictado en la Carta Magna, en caso de que el Jefe de Estado no pueda ejecutar sus compromisos por algún motivo u otro, la primera persona para sustituirlo sería la consorte. Luego, siguen sus hijos mayores de 21 años y, por último, sus hermanos. Este asunto ha sido tema de debate en los pasillos de Buckingham, ya que los 'Lores', afirma 'The Times', no querían permitir que Enrique o Guillermo pudieran tomar el trono en caso de que su padre se ausentase.
Como todos sabéis, los príncipes no se llevan muy bien con algunos sectores de nobleza. Así como Harry y su esposa, Meghan Markle, perdieron sus títulos a causa del 'Megxit', a William estos le fueron arrebatados luego del escándalo de público conocimiento en el que se vio envuelto. Estos hechos hacen que el resto de los 'royals' no vean con buenos ojos que cualquiera de ellos pueda ser coronado ante alguna emergencia.
Así las cosas, el viudo de Lady Di ha asignado a la princesa Ana y al príncipe Eduardo para que ejerzan como Consejeros de Estado cuando él no esté disponible. Quien cumple este rol no tiene "carta blanca" para hacer lo que quiera, sino que puede asumir la responsabilidad de labores como, por ejemplo, la apertura de sesiones parlamentarias.
Carlos III no tiene descanso. El pasado domingo encabezó los actos por el "Día del recuerdo", también conocido como "Día de la Amapola" o "Día de los veteranos". De a poco, va familiarizándose con el nuevo personaje que tiene que representar, mientras espera que se realice la Coronación oficial, la cual tomará lugar el próximo 6 de mayo de 2023. A la par, intenta dejar todo listo en caso de cualquier imprevisto. Tú, ¿crees que el Parlamento acceda a su pedido?