Todavía hay preocupación alrededor de Belén Esteban, de lo sucedido en "Sálvame", por un inesperado suceso que le ha producido la rotura de tibia y peroné, un susto que la obligó a acudir a un centro médico para encontrar una pronta recuperación.
Después de la desgracia en directo por Mediaset, lo primero que había pedido Belén Esteban era que ubicaran a su marido Miguel Marcos, quien rápidamente llegó a su lado para darle consuelo luego de ser atendida por el servicio médico del canal, y volver juntos al hogar para hacer el reposo necesario.
"¿Estás bien?", le preguntaba Jorge Javier ni bien recibió la comunicación telefónica de la integrante de Sálvame. "El tobillo, me he roto", alcanzó a decir, mientras era levantada del suelo por especialistas, y rodeada por sus compañeros que de una u otra manera intentaban ayudarla para que su preocupación no pasara a mayores.
Cómo sucedió todo
La reconocida mediática estaba trabajando y mientras imitaba una de las numerosos desafíos que asumen los concursantes, no pudo aguantar y así fue como se cayó, sin dar tiempo a que alguien pudiera auxiliara.
Cuando Belén empezó a manifestar dolores intensos y a quejarse de no poder mover el pie, empezó a reinar la preocupación de sus colegas y hasta le dieron un poco de agua para calmar el mal momento vivido.
Ya con Miguel Marcos a la par, el asunto empezó a transcurrir con más tranquilidad, y la tertuliana encontró sosiego al pasar las horas y pudo continuar con normalidad, y hasta con el resto de los participantes.
Y así fue como Gema López, Miguel Frigenti, Rafa Mora y Antonio Montero, aceptaron el reto a pesar del antecedente con Belén, y no dudaron un instante de subirse a la máquina en cuestión, y mantenerse el mayor rato posible.
A pesar del desconcierto que generó su percance, la buena noticia que ha recibido Belén Esteban es que no tendrá que ser operada, pero le llevará una inmovilización entre seis y ocho semanas, según los que la asistieron.