JUAN CARLOS

Juan Carlos y una visita inesperada

El aludido fue visto en un lugar poco común.

JUAN CARLOS. Fuente (Twitter)
Escrito en ENTRETENIMIENTO el

Juan Carlos está de vuelta en España tras pasar los últimos 2 años en los Emiratos Árabes Unidos. Mientras alterna eventos protocolares con reencuentros familiares llenos de emocionalidad, el Rey se hizo espacio para darle una visita sorpresa a su nieto en un ambiente inusual.

En esta ocasión, Juan Carlos optó por volver a verse con Pablo Urdangarin, su nieto de 21 años. Es el segundo hijo de Iñaki Urdangarin y de la infanta Cristina de Borbón. Hasta el año 2009, residió en la ciudad de Barcelona, lo que lo llevó a desarrollar un cariño por esa tierra.

Actualmente, el nieto del Emérito se desempeña como jugador profesional de balonmano en el Barcelona B. Si bien no es tenido en cuenta usualmente por el técnico de su equipo, la presencia de un integrante de la Familia Real le da una trascendencia especial al conjunto barcelonés.

Acorde a lo que ha trascendido, el día sábado fue muy intenso para el abuelo de Pablo. En la mañana salió a navegar a bordo de "El Bribón", la embarcación con la que compite en la regata de Sanxenxo. Sin embargo, consecuencia de la falta de viento, este evento fue suspendido. Aprovechando el espacio libre, Juan Carlos, recién llegado, aprovechó para pasear.

Por la tarde, la agenda personal del monarca se ensanchó. Es que decidió, casi a último momento, asistir al Palacio de los Deportes de Pontevedra, donde a su nieto le tocaba jugar con su equipo. El conjunto dirigido por Carlos Ortega acabó perdiendo el encuentro con un contundente 36 a 29 en favor de "El Cisne".

No obstante, lo que más llamó la atención, no fueron ni el resultado ni el hecho de que Urdangarin no fuera siquiera citado para el encuentro, sino el carácter improvisado de la visita. Una vez llegado al estadio, se sentó en primera fila como cualquier ciudadano más que acude a observar un partido de balonmano.

Sin medidas protocolares y acompañado apenas por sus dos escoltas habituales, la presencia del exportador de la Corona hizo que todos los ojos se posaran en Pontevedra. Entre aplausos y vítores, abuelo y nieto se dieron un abrazo lleno de cariño en las gradas del estadio, dejando bien en claro el buen vínculo entre ambos.

El resultado del partido y la poca participación que está teniendo Pablo Urdangarin en el Barcelona B quedan como datos anecdóticos. Lo más interesante ha sido, por un lado, la intempestiva visita de Juan Carlos y, por otro, el cálido momento que compartieron tras tanto tiempo alejados.