Irene Rosales y Kiko Rivera comenzaron sus vacaciones hace unos días en Punta Cana. Un espectacular destino en el Caribe que permitió que la familia recargue energías y sume una nueva experiencia a sus vidas. Sin embargo, desde su llegada, una serie de complicaciones parecen querer arruinar la estadía de la familia.
Tanto la modelo como su esposo han evadido rumores de crisis desde hace tiempo y se han enfocado en sus propios proyectos, y estas vacaciones significaban mucho para ellos, que podrían pasar unos días alejados de las polémicas. Por estas horas, Irene Rosales ha revelado un problema que empaña el viaje.
Hace unos días, Kiko Rivera confirmaba que tras sufrir una insolación, debía guardar reposo. Un problema frecuente entre los visitantes de estas playas que olvidan las restricciones a la exposición solar y pueden sufrir fiebre, dolores físicos, mareos entre otros.
Afortunadamente, el DJ logró recuperarse y el matrimonio siguió con las actividades que tenía programadas en el lujoso hotel donde se hospedan en República Dominicana. Sin embargo, este domingo ha sido la excolaboradora quien revela que sucede con ella.
Hoy he caído yo.
Desde la piscina del hotel, y junto a su marido, Irene explicaba lo que ha ocurrido. "Hoy estoy 'plof', esto de cambios de comida, agua y demás, afecta a mi barriguita y a la de todos los que vienen" confesaba en sus historias de Instagram.
Como a muchos, en las vacaciones encuentran la oportunidad ideal para abandonar por un momento, los hábitos que tienen incorporados como rutina. La nuera de Isabel Pantoja ha degustado los fabulosos platillos que ofrece el hospedaje, pero, por el momento, parece que necesita un poco de adaptación y eso le ha hecho pasar un mal momento.
Tumbada desde los camastros al borde la piscina, Irene Rosales reconoce que no ha estado bien y como un poco de reposo, conseguirá restablecerse. "Estoy super flojilla" explica debido a los cambios de alimentación por estos días. Además, confiesa que gracias a que el hotel ofrece el servicio de entretenimiento para sus hijas, ha podido dedicar este domingo solo a descansar. Por otra parte, también ha aclarado un rumor acerca del cuidado de Carlota y Ana, al confirmar que no tiene personal para su cuidado y es ella misma quién se encarga de asistirlas en todo. Un día después, Irene, ya más recuperada, restó preocupación al asunto y solo quedará como una anécdota más de este viaje.