Tamara Falcó y su novio Íñigo Onieva están más enamorados que nunca. Atrás parecen haber quedado los rumores de crisis y deslealtades que tantas veces los han salpicado, y que siempre se han encargado de desmentir. En las últimas horas ha trascendido una novedad que ha puesto a flipar a varios.
Tamara Falcó lleva poco menos de dos años en pareja con su amado, y los cumplirán el próximo 13 de septiembre. Han compartido muchas vivencias en este tiempo, así como también se han dedicado a viajar y desconectar fuera de los sitios que con regularidad frecuentan. Hace poco se separaron para unas cortas vacaciones, y los comentarios han vuelto a aparecer.
Según se publicó en varios medios, el novio de la referente de "El Hormiguero" estaba en las playas de Turquía con un grupo de amigos, y se filtró una foto en la que se lo veía a bordo de una embarcación con una dama que no era la mencionada, sino una ex. De inmediato se dijo que la estaba engañando.
Pero la propia Marquesa de Griñón se ocupó de echar por tierra tales afirmaciones, y contó que no estaban solos, aunque así se presentó la imagen en todas partes. Sin embargo, el tema que ahora nos ocupa es mucho más importante y terminaría de descartar una posible ruptura o mala relación entre ellos.
Él le ha pedido matrimonio y ella no ha dudado en aceptar.
Así lo ha mencionado Pilar Vidal en 'ABC'. Todo habría sucedido en el Palacio de El Rincón. Ella le había pedido una manta para proteger la moto pero, en lugar de ello, parece que el referente de discotecas le regaló un anillo de compromiso. Ambas familias ya estarían al tanto, y muy felices.
De acuerdo con la mencionada periodista, la intención de los tórtolos sería pasar por la vicaría en julio de 2023. Desde el citado medio han intentado obtener la confirmación por parte de los protagonistas, pero ninguno de ellos ha querido emitir palabra sobre el asunto del que ahora todos hablan.
Según esta versión, entonces, Tamara Falcó está lista para dar el paso casi definitivo, luego del cual faltaría solo que tengan hijos. Sin dudas, ha de ser un momento de suma felicidad para la aristócrata y su enamorado, que derrochan cariño y complicidad allí por donde van. Enhorabuena por ellos.