La Reina Letizia ha tenido bastantes desacuerdos con varios miembros de la familia de su marido. Entre ellos, encontramos a su suegro y a sus cuñadas. Aparentemente, tienen formas distintas de observar las cosas, y esto hace que choquen.
Pero hoy hablaremos de los motivos por los que se han distanciado la reina Letizia y la infanta Elena. Ambas comenzaron teniendo un buen vínculo e, incluso, la hermana del rey compartía con la periodista sus mejores diseñadores. ¿Qué es lo que sucedió para que todo esto se viniera abajo?
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En los últimos días, distintos portales, como El club de la noticia, han estado al pendiente de las actualizaciones sobre los eventos fúnebres de Constantino de Grecia, donde asistió casi toda la familia real, pues deseaban arropar a la reina Sofía.
Allí, se esperaba que saliera nueva información sobre un posible acercamiento entre la monarca española y los parientes de su esposo, pero nada. Parece que la reconciliación con la infanta Elena es muy poco probable, y la especialista Núria Tiburcio explica por qué.
Si bien hubo un hecho en específico que hizo que se terminara de definir la grieta entre la soberana y la madre de Victoria Federica, ya venían arrastrando algunas diferencias desde hace tiempo. En realidad, es a la hija de Juan Carlos I a la que no le gustó ni un poco la revolución que supuso el ingreso de la madre de Leonor de Borbón a la realeza.
Hay varias cuestiones que no le han gustado a la consanguínea de la infanta Cristina, entre ellas, hay una que involucra a las hijas de los reyes, Sofía y Leonor. Elena no esta de acuerdo con la discreción con la que viven su vida las herederas de los soberanos. Pocos son los detalles que se revelan de las cuestiones personales de las princesas, algo que parece no agradarle a su tía.
Pero lo que hizo que las implicadas pongan punto final a su relación fue otra cosa: "La gota que colmó el vaso para Elena fue el claro posicionamiento de Letizia tras su separación. La esposa de don Felipe se convirtió en un baluarte de Jaime”, explicaba Tiburcio. La reina no dejó de relacionarse con el que era su cuñado pese a la separación, e incluso fue a darle el pésame a Jaime tras el fallecimiento de su madre.
Esto último provocó un profundo enojo en la primogénita de los eméritos, pues la actitud de la reina Letizia le pareció inaceptable. Desde ese entonces, el vínculo entre ellas jamás volvió a retomarse de la misma forma que antes, y nada volvió a ser igual, ni siquiera la interacción entre los hijos de las aludidas, pues los primos perdieron contacto también.