Shakira y Gerard Piqué no salen del foco mediático desde hace meses, cuando trascendió su separación. Fueron 12 años que pasaron juntos, y fruto de ese amor, tuvieron a sus hijos Milan y Sasha. El primero de estos ha cumplido años el pasado domingo 22 de enero, y el exfutbolista debió asistir "obligado" a la casa que antes compartía con su ahora ex.
Para la celebración del retoño de Shakira hemos visto llegar al novio de Clara Chía a bordo de su coche, ingresó al garaje y descendió. Qué sucedió dentro de la vivienda, no lo sabemos. Pero los minutos posteriores han sido interesantes, pues algo especial ha ocurrido.
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Desde que la colombiana lanzó el nuevo 'single' junto a Bizarrap, en el que se dejó de eufemismos y fue contra los infieles de manera directa, sus 'fans' no han dejado de acercarse a su hogar. Se agolpan en el exterior, corean su nombre o cantan alguno de sus temas. Y ella les retribuye el afecto saliendo de vez en cuando al balcón para saludarles.
Fue el día en que conmemoraba el natalicio de su primogénito, que la cantante hizo una de sus apariciones, aunque esta no fue una más. En lo que todos han reparado es en la sudadera que lucía, la de la "venganza" contra el desleal. En ella se lee 'clara-mente' una de las célebres frases de la nueva composición.
Las mujeres ya no lloran, las mujeres facturan.
Shakira sonreía y se brindaba entera a sus seguidores, pues sabe que cada uno de ellos la adora con el alma. Por otra parte, su nuevo éxito ha generado un intenso debate en redes. Allí, algunos cuestionan a la artista por "no haber pensado que lo que dice en esa canción puede afectar a sus hijos", mientras que otros defienden su derecho a expresarse, sobre todo teniendo en cuenta que Piqué la humilló al pasearse por las calles con su nueva conquista, cuando la separación no estaba cerrada ni tampoco anunciada públicamente.