Cuando sufres la pérdida de un ser querido, como un hermano, la mayoría espera que los familiares del ahora inmortal, estén entristecidos por un largo tiempo. Pero algunas veces, hay quienes afrontan de otra manera estas cuestiones, como la reina Sofía.
La reina Sofía no ha empezado el 2023 de la mejor forma. Ya que hace solo unas semanas ha sufrido el descenso de su hermano Constantino de Grecia, a la edad de 82 años.
La pareja del exmonarca, Ana María de Dinamarca y sus cinco hijos, estuvieron acompañándolo en todo momento. Incluyendo la madre de Felipe VI.
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La monarca sentía mucha admiración por su hermano. Tanto es así que en cada momento donde él estuvo con complicaciones de salud, ella inmediatamente iba a visitarlo. Constantino fue una de las personas más importantes para la reina.
Desde aquel triste momento, la emérita fue arropada por su familia. Exceptuando las hijas de la reina Letizia. Porque Leonor y la infanta Sofía no estuvieron juntas el día que la abuela de las mencionadas perdió a su hermano.
En las últimas horas, vestida de un traje de color azabache, la reina Sofía ha aparecido en Tenerife para una de sus citas que siempre asiste. La esposa de Juan Carlos I visitó las instalaciones de la Asociación del Banco de Alimentos, con una llamativa sonrisa.
Esta actitud llamó la atención de los presentes, quienes quedaron perplejos por el gesto de la emérita, quien sufre el duelo por la ausencia de uno de sus pilares más importantes. Sin embargo, de esta manera la reina Sofía volvía al trabajo con mucho valor y a favor de la lucha contra la hambruna.