Un colchón financiero es una cantidad de dinero que se reserva para afrontar situaciones imprevistas que puedan afectar a nuestra economía, como una enfermedad, una avería, una pérdida de empleo o una emergencia familiar.
Tener un colchón financiero nos permite estar más tranquilos y evitar endeudarnos o recurrir a nuestros ahorros destinados a otros objetivos.
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Pero, ¿cómo se puede ahorrar para tener un colchón financiero? A continuación, te presentamos algunas claves que te ayudarán a lograrlo:
Haz un presupuesto: para calcular tu colchón financiero, lo primero que debes hacer es tener un presupuesto detallado de tus ingresos y gastos mensuales. Así podrás saber cuánto dinero te queda disponible para ahorrar y cuáles son tus gastos fijos y variables. Una forma sencilla de hacer un presupuesto es utilizar la regla del 50/30/20, que consiste en destinar el 50% de tus ingresos a los gastos esenciales (como la vivienda, los servicios básicos, la alimentación y el transporte), el 30% a los gastos personales (como el ocio, la ropa y las salidas) y el 20% al ahorro (incluyendo el colchón financiero, la jubilación y otros objetivos a largo plazo).
Identifica los gastos imprevistos: también debes identificar los gastos imprevistos que puedan surgir, como reparaciones del hogar, problemas de salud, accidentes, entre otros. Estos gastos pueden variar según tu situación personal, familiar y laboral, así que debes adaptarlos a tu realidad. Una forma de estimarlos es revisar tus estados de cuenta de los últimos meses o años y ver cuánto dinero has gastado en situaciones extraordinarias. También puedes consultar estadísticas o estudios que te den una idea del costo promedio de estos gastos en tu país o región.
Establece una meta de ahorro: una vez que hayas hecho tu presupuesto e identificado tus gastos imprevistos, debes establecer una meta de ahorro para tu colchón financiero. Por lo general, se recomienda ahorrar entre tres y seis meses de gastos fijos, pero esta cantidad puede variar según tu nivel de riesgo, tu estabilidad laboral, tu número de dependientes y tu nivel de endeudamiento. Lo importante es que elijas una cifra que te haga sentir seguro y que sea realista y alcanzable. Puedes dividir tu meta en submetas más pequeñas para motivarte y medir tu progreso.
Elige una estrategia de ahorro: existen diferentes formas de ahorrar para tu colchón financiero, pero lo esencial es que seas constante y disciplinado. Una estrategia que puedes seguir es la del ahorro automático, que consiste en programar una transferencia periódica de una parte de tus ingresos a una cuenta de ahorros destinada exclusivamente a tu colchón financiero. Así evitarás la tentación de gastar ese dinero en otras cosas y te asegurarás de ahorrar todos los meses. Otra estrategia que puedes aplicar es la del ahorro extra, que consiste en aprovechar cualquier ingreso adicional que recibas (como una bonificación, una herencia, un regalo o un reembolso) para aumentar tu colchón financiero. De esta forma, acelerarás el proceso de ahorro y llegarás antes a tu meta.
Elige un lugar seguro para guardar tu dinero: tu colchón financiero debe estar en un lugar seguro, accesible y rentable, donde no corra el riesgo de perder valor o de ser difícil de recuperar. Lo más recomendable es que lo guardes en una cuenta de ahorros que te ofrezca una buena tasa de interés, que no te cobre comisiones ni penalizaciones por retirar tu dinero y que te garantice la protección de tu capital. También puedes optar por otros instrumentos financieros de bajo riesgo y alta liquidez, como los depósitos a plazo, los fondos mutuos o los bonos del Estado, siempre que te informes bien de sus condiciones y riesgos.