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Los perfumes son una forma de expresar nuestra personalidad y nuestro estado de ánimo, pero también pueden variar según la estación del año. En invierno, es común optar por fragancias más intensas, cálidas y envolventes, que nos hagan sentir confortables y acogedores. Sin embargo, para disfrutar al máximo de nuestro perfume favorito, es importante saber cómo conservarlo y aplicarlo correctamente, ya que el frío, la humedad y otros factores pueden afectar su calidad y duración.
A continuación, te damos algunos consejos para que tu perfume de invierno te acompañe durante todo el día.
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Cómo conservar los perfumes de invierno
- Elige un lugar alejado de la luz directa y las fuentes de calor, como radiadores o estufas, ya que pueden alterar la composición y el aroma del perfume. Lo ideal es guardar el perfume en su caja original, dentro de un armario o un cajón, donde esté protegido de la luz y la temperatura sea constante.
- Evita guardar el perfume en el baño, ya que es una zona donde se producen cambios bruscos de temperatura y humedad, que pueden dañar la fragancia. Además, el vapor del agua puede entrar en el frasco y diluir el perfume.
- Si el frasco de tu perfume es muy grande, puedes usar un vaporizador de viaje más pequeño, que te permita aplicarlo con más facilidad y evitar que se oxide o se contamine el perfume. Eso sí, asegúrate de limpiar bien el vaporizador antes de rellenarlo, para que no se mezclen los aromas.
- No guardes el perfume por mucho tiempo, ya que tiene una fecha de caducidad, que suele ser de unos dos años. Pasado ese tiempo, el perfume puede perder intensidad, cambiar de color o incluso volverse rancio. Lo mejor es usarlo con frecuencia y disfrutarlo mientras está en buenas condiciones.
Cómo aplicar los perfumes de invierno
- El mejor momento para aplicar el perfume es después de la ducha, cuando la piel está limpia, hidratada y ligeramente húmeda. Así, el perfume se absorbe mejor y se fija más tiempo. Además, el calor del cuerpo ayuda a que se desplieguen las notas del perfume.
- Aplica el perfume en los puntos de pulso, es decir, donde el latido es más perceptible y la piel es más cálida. Estos puntos son las muñecas, el cuello, el escote, los lóbulos de las orejas y el ombligo. El perfume se difundirá mejor con el movimiento y el contacto con el aire.
- No frotes el perfume después de aplicarlo, ya que puedes romper las moléculas y alterar el aroma. Simplemente, deja que se seque solo y se impregne en la piel.
- No te excedas con la cantidad, ya que los perfumes de invierno suelen ser más potentes y duraderos que los de verano. Con unas pocas pulverizaciones será suficiente para crear una estela agradable y no molestar a los demás. Recuerda que menos es más.
Siguiendo estos consejos, podrás conservar y aplicar correctamente tu perfume de invierno, y disfrutar de su aroma durante todo el día.