La numismática es el estudio y coleccionismo de las monedas y los billetes. Se trata de una afición que requiere paciencia, conocimiento y pasión por la historia y el arte. Los coleccionistas de monedas buscan piezas que sean raras, antiguas, bonitas o significativas, y que les aporten satisfacción personal y, en algunos casos, beneficios económicos.
España es un país con una rica y variada historia monetaria, que abarca desde las primeras acuñaciones de los pueblos prerromanos hasta el actual euro. A lo largo de los siglos, se han emitido monedas de diferentes metales, formas, tamaños y diseños, que reflejan los cambios políticos, sociales y culturales de cada época.
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Entre todas las monedas españolas, hay algunas que destacan por su valor, ya sea histórico, artístico o económico. Estas son las cuatro monedas españolas que todo coleccionista desea tener, y que pueden alcanzar precios astronómicos en el mercado numismático.
100 pesetas de la I República de 1870: Esta moneda de oro, conocida como “perra gorda”, fue la primera que se acuñó con el nombre de peseta, tras la proclamación de la Primera República Española en 1873. Se trata de una pieza muy escasa, ya que solo se emitieron 12.000 ejemplares, y de gran belleza, con el busto de la Libertad en el anverso y el escudo nacional en el reverso. Su valor puede superar los 150.000 euros.
100 pesetas de Amadeo de 1871: Esta moneda de oro, conocida como “centén”, fue la única que se acuñó con el busto de Amadeo de Saboya, el efímero rey de España entre 1871 y 1873. Se trata de una pieza muy rara, ya que solo se emitieron 6.000 ejemplares, y de gran calidad, con un diseño inspirado en las monedas italianas. Su valor puede rondar los 100.000 euros.
5 pesetas de 1869: Esta moneda de plata, conocida como “duro”, fue la primera que se acuñó con el sistema decimal, tras la revolución de 1868 que destronó a Isabel II. Se trata de una pieza muy codiciada, ya que solo se emitieron 7.000 ejemplares, y de gran simbolismo, con el lema “Libertad, Igualdad, Fraternidad” en el anverso y el escudo nacional en el reverso. Su valor puede oscilar entre los 20.000 y los 45.000 euros.
El duro de Alfonso XIII de 1888: Esta moneda de plata, conocida también como “duro”, fue la primera que se acuñó con el busto de Alfonso XIII, el último rey de España antes de la Segunda República. Se trata de una pieza muy curiosa, ya que tiene un error de acuñación que hace que el número 8 parezca un 3. Este defecto se debe a que se reutilizaron los cuños del año anterior, 1887, y se modificaron con un punzón. Su valor puede aproximarse a los 20.000 euros.
Estas cuatro monedas son solo algunos ejemplos de las joyas numismáticas que se han acuñado en España a lo largo de su historia. Si tienes alguna de ellas, o alguna otra que te parezca interesante, puedes consultar su valor en catálogos especializados, en páginas web de numismática o en casas de subastas. También puedes contactar con asociaciones o clubes de coleccionistas, que te podrán asesorar y orientar sobre este fascinante mundo.