Luego de varios días del fallecimiento de Constantino de Grecia, la familia decidió decirle adiós por última vez en una misa que se celebró en la Catedral Metropolitana de Atenas, que fue presidida por el Santo Sínodo de los altos jerarcas de la Iglesia Griega, donde asistieron algunos amigos íntimos del monarca y algunos familiares cercanos, incluyendo a la reina Sofía.
Fue un homenaje íntimo que se celebró a puerta cerrada de manera privada, donde participaron diferentes familiares del fallecido, entre ellos, la reina Sofía acompañada de sus hijas, la infanta Elena y Cristina, y la princesa Irene, que saludaron al público con una espléndida sonrisa en el rostro.
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La consorte acompañó en este dolor a Ana María de Grecia en esta ceremonia especial que se llevó a cabo en representación a Constantino de Grecia y además llegó a congregar a distintas personalidades del Gobierno como el ministro del interior Makis Voridis, el ministro de Fomento Adonis Georgiadis y el ministro de Inmigración Notis Mitarakis.
Luego de la misa realizada, se implementó un Trisagion, es decir, un rezo funeral en el cementerio donde actualmente se encuentran los restos del monarca, y la Familia Real Griega invitó a los asistentes a una comida dentro de la Fundación Stavros Niarchos.
La esposa de Juan Carlos se despidió por completo de su hermano junto a sus hijos, a su nuera y hasta de su esposo, ya que las únicas que no habían asistido a la ceremonia fueron la princesa Leonor y la infanta Sofía, ya que era un día demasiado triste para que las princesas estuvieran ahí.
Ese mismo día, la reina Sofía no pudo controlar sus sentimientos y demostró el dolor que sentía en su rostro por la pérdida de su querido hermano que habría fallecido a causa de un estado crítico que lo obligó a ser intervenido en un hospital, luego de haber permanecido en completa observación médica.