La final de “Pesadilla en el Paraíso” ha consagrado a Pipi Estrada como su ganador y Antonio Montero no solo se ha llevado la derrota a su hogar. Parece que el periodista se encuentra en graves problemas tras haber develado algo que no debía en el ‘reality’.
Antonio Montero ha intentado volver a ganarse la simpatía del público al recordar a su querida madre. Las emocionantes historias del reportero habrían encantado a la audiencia hasta que comenzó a hablar sobre su esposa.
El paparazzi está casado con Marisa Martín Blázquez, histórica periodista de Telecinco y por lo que ha comentado la propia comunicadora, el ambiente en su hogar se encuentra sumamente tenso. El problema surgió tras la declaración del exparticipante sobre las relaciones abiertas.
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Durante su estadía en la granja, el madrileño confesó ser “incapaz de esconder” sus emociones, mientras explicaba su postura sobre permitirse involucrar a un tercero en su matrimonio con la colaboradora de “El programa de AR”. A pesar de que Antonio Montero aseguró a sus compañeros en “Pesadilla en el Paraíso” que todo esto había sido hablado con Marisa anteriormente.
Probablemente, el periodista no pensó en que esto afectaría de esta manera a su enamorada y por ello decidió comentarlo, sin embargo, no contaba con una inesperada llamada en “Sálvame”. La locutora expresó su malestar por los dichos de su esposo, asegurando que era lo peor que le había hecho.
Entiendo que ella se enfade, no se enfada gravemente porque nada de lo que digo ahí es desconocido para ella.
El exgranjero reveló en una entrevista que la que también colabora en “Ya es mediodía” conocía sus anhelos por abrir la pareja. A pesar de confesar que la madre de sus hijos estaba enterada del asunto, le dio la razón sobre que no tendría que haberlo comentado en directo.
En estos momentos, Antonio Montero estaría haciendo todo a su alcance para evitarle el malestar a Marisa. El escritor explicó que en realidad intentaba hablar, de manera general, que este polémico tema debería de tomarse con naturalidad sin perjudicar a las familias.