ÍÑIGO ONIEVA

Noche furiosa de Íñigo Onieva contra los paparazzis

Tamara Falcó se ha quedado sin palabras ante la reacción de su prometido.

Íñigo Onieva. Fuente: (Twitter).
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Los preparativos de una de las bodas del año, está en marcha. Tamara Falcó e Íñigo Onieva darán el sí en el mes de junio en una boda multitudinaria en “El Rincón”, el palacio que heredó la marquesa de Griñón y cada movimiento de la pareja es seguido de cerca por la prensa. 

Los enamorados pasean su amor por Madrid y tras la breve separación se han vuelto inseparables. Íñigo Onieva ha cambiado su vida nocturna por el perdón de su pareja, y así lo ha confirmado este viernes, sin embargo, una reacción impensada ha dejado de pierda a su pareja. 

Desde hace unos días se comenta que las familias de los famosos se encuentran enfrentadas, a solo unos escasos meses de la celebración de la boda. Por esa razón, el empresario y su futura esposa fueron interceptados por los reporteros para indagar sobre la tensa situación que atraviesan. 

La ‘socialité’ y su novio han asistido a misa, un hecho impensado hace unos meses pese a la fe inquebrantable de Tamara. Lo cierto es que en busca del perdón de la hija de Isabel Preysler, Onieva la acompaña sin quejas, pero aún parece no estar adaptado al asedio de los micrófonos y cámaras. Cuando fue indagado por un número importante de reporteros por el tema de la semana, no ha dudado en manifestar su fastidio. 

“Esto ya está siendo muy intenso” respondió tajante el ingeniero, en tanto Tamara optó por huir de la escena con su sonrisa clásica, un momento bastante incómodo para ella que intenta no entrar en polémicas con los trabajadores de prensa. “Dejadnos en paz” reclamó la famosa ante ver el gesto de monumental enfado de su novio e intentar mediar entre partes. 

Íñigo Onieva confirma sufrir por el seguimiento de los periodistas y no ocultó en ningún momento el hartazgo ante las preguntas. “Yo nunca voy a responder” sentenció con mala cara a los presentes y abandonó el lugar con cara de pocos amigos, una clara muestra que la prensa del corazón no es su favorita.