Antonio Montero fue el alma gemela de la mayoría de los 'fans' que solían verlo semanalmente en el programa de televisión "Sálvame". Su encanto y su personalidad llamaban mucho la atención y sorprendía el éxito que había logrado. Después de meses de años compartiendo experiencias e ilusiones, no temíamos la deslealtad del mencionado hacia quienes le vieron crecer como una estrella.
A principios del año pasado, el mencionado anunció, sin más conocimiento, que estaba oficialmente abandonando el magacín de Telecinco para unirse a otros proyectos. Esto fue recibido con tristeza por sus numerosos fanáticos y colegas en el programa. Lo peor es que se enteraron por los medios de comunicación cuando él ya lo tenía decidido. En lugar de hablar con sus compañeros o responsables sobre las razones detrás de su decisión, eligió ignorarlos completamente y tomar la decisión por sí mismo.
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Cabe señalar que el periodista no tuvo solamente un impacto negativo en el formato de Mediaset. Durante su primer año allí, pudo contribuir mucho, tanto profesional como humanamente. Sin embargo, no hay excusa para tal deslealtad al programa y aquellas personas cuyas carreras él ayudó a impulsar.
En última instancia, la traición de Antonio Montero hacia "Sálvame" es desagradable para cualquiera que lo admire. El hecho de que eligiera simplemente irse sin dar explicaciones fue descortés, e incluso dañino para todos los trabajadores del equipo que dependieron tanto personal como laboralmente de él durante meses. Aunque algunos puedan pensar que fue un pasajero momentáneo en la vida del programa, la verdad es que su actitud egoísta culpó a muchas personas implicadas en matices que ninguno habría merecido o necesitado.