Los perros son animales muy sensibles y expresivos que nos brindan su amor y compañía. Sin embargo, también pueden sufrir algunas enfermedades que afectan a su calidad de vida y a su relación con nosotros. Una de estas enfermedades es la sordera, que puede ser congénita o adquirida, parcial o total, bilateral o unilateral.
La sordera en perros es una condición bastante común, sobre todo en algunas razas como el dálmata y el cocker spaniel. En este artículo te explicamos cómo detectar y cuidar los problemas de audición en tu perro, especialmente si es un dálmata o un cocker spaniel.
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La sordera en el dálmata
El dálmata es una raza de perro elegante e inteligente que se caracteriza por su pelaje blanco con manchas negras o marrones. Sin embargo, esta raza tiene una alta predisposición genética a padecer sordera congénita sensorio neural, que se debe a un daño en el oído interno y la degeneración del nervio que transmite la información desde el oído hasta el cerebro. Se estima que aproximadamente el 29,7% de los dálmatas presenta algún grado de sordera, siendo más frecuente la sordera unilateral que la bilateral. Los dálmatas de ojos azules y los que tienen pocas manchas son más propensos a padecer esta condición.
Para saber si un cachorro de dálmata padece sordera se pueden realizar algunas pruebas caseras como hacer sonar unas llaves o un cascabel junto a la oreja o dar una palmada y observar si reacciona al ruido. Sin embargo, estas pruebas no son determinantes ni confiables, ya que el perro puede reaccionar por otros estímulos como el movimiento o el olfato. La única prueba fiable para diagnosticar la sordera en el dálmata es el B.A.E.R., que consiste en estimular el oído con sonidos y evaluar la respuesta cerebral mediante unos electrodos colocados en el cuero cabelludo. Esta prueba se debe efectuar a partir de las 6 semanas de vida y solo la puede hacer un veterinario especialista.
La sordera en el dálmata no impide que el perro pueda llevar una vida normal y feliz, siempre que reciba los cuidados y la educación adecuados. Para educar a un dálmata sordo se deben usar señales con las manos en vez de órdenes verbales. Por ejemplo, se puede enseñar al perro a sentarse levantando la mano con el dedo índice hacia arriba o a venir moviendo la mano hacia el pecho. También se debe reforzar el vínculo con el perro mediante el contacto físico y visual, así como evitar los sustos o las situaciones de estrés. Además, se debe proteger al perro de los posibles peligros como los coches o los animales agresivos.
La sordera en el cocker spaniel
El cocker spaniel es una raza de perro dulce y cariñosa que se caracteriza por su pelo largo y sedoso y sus orejas caídas. Sin embargo, esta raza tiene una alta predisposición a padecer otitis externa, una inflamación del conducto auditivo que se caracteriza por el dolor, el rascado y la secreción. La otitis externa puede ser causada por distintos factores como las alergias, los parásitos, las bacterias, los hongos o los cuerpos extraños. Si no se trata adecuadamente, la otitis externa puede provocar una pérdida parcial o total de la audición.
Para prevenir la otitis externa en el cocker spaniel se debe limpiar las orejas del perro regularmente con una solución específica para perros y un algodón o una gasa. Se debe evitar el uso de bastoncillos de algodón, agua oxigenada o alcohol, ya que pueden irritar o dañar el oído.
Para limpiar las orejas del perro se debe seguir estos pasos:
- Levantar el pabellón auricular y verter unas gotas de la solución en el conducto auditivo.
- Cerrar el pabellón auricular y masajear el área del oído suavemente para suavizar el cerumen y permitir que la solución se esparza por completo.
- Limpiar el exceso de líquido y suciedad con el algodón o la gasa, sin introducirlos en el conducto auditivo.
- Repetir el proceso en el otro oído y premiar al perro con una caricia o una golosina.
Para detectar la otitis externa en el cocker spaniel se deben observar los síntomas como el mal olor, el enrojecimiento, la hinchazón, la costra o el pus en las orejas. También se debe prestar atención al comportamiento del perro, como si se rasca las orejas, sacude la cabeza, inclina la cabeza hacia un lado o muestra signos de dolor o irritabilidad. Si se sospecha de una otitis externa, se debe acudir al veterinario lo antes posible para que examine las orejas del perro y le recete el tratamiento adecuado. El tratamiento puede consistir en antibióticos, antiinflamatorios, antifúngicos o antiparasitarios, según la causa de la infección.
La otitis externa en el cocker spaniel puede afectar a la audición del perro de forma temporal o permanente. Para educar a un cocker spaniel con problemas auditivos se deben usar las mismas técnicas que para un dálmata sordo: señales con las manos, contacto físico y visual, evitar los sustos y proteger al perro de los peligros. También se debe tener paciencia y comprensión con el perro, ya que puede estar confundido o asustado por su pérdida de audición.
La sordera en los perros no es una enfermedad grave ni incapacitante, siempre que se detecte a tiempo y se le brinde al perro los cuidados y la educación necesarios. Los perros sordos pueden llevar una vida normal y feliz junto a sus dueños, siempre que se les ofrezca amor y seguridad.