El verano es una época del año en la que disfrutamos del sol, la playa, las vacaciones y el aire libre. Pero también es una época en la que nuestros dispositivos electrónicos pueden consumir más energía de lo habitual, lo que supone un gasto extra y un impacto ambiental negativo.
¿Qué podemos hacer para reducir el consumo de energía de nuestros dispositivos electrónicos en verano? Aquí te damos algunos consejos prácticos y sencillos que puedes aplicar en tu día a día:
Apaga o desconecta los dispositivos que no uses
Parece obvio, pero muchas veces dejamos enchufados o en modo de espera aparatos que no estamos utilizando, como el televisor, el ordenador, el cargador del móvil o la impresora. Estos dispositivos siguen consumiendo energía aunque no los usemos, lo que se conoce como consumo fantasma. Para evitarlo, lo mejor es apagarlos o desconectarlos de la corriente cuando no los necesitemos. Así ahorraremos energía y dinero en nuestra factura eléctrica.
Regula el brillo y el volumen de tus dispositivos
Otro factor que influye en el consumo de energía de nuestros dispositivos electrónicos es el nivel de brillo y de volumen que tienen. Cuanto más alto sea el brillo o el volumen, más energía consumirán. Por eso, es conveniente ajustarlos al nivel óptimo según las condiciones de luz y sonido del ambiente. Por ejemplo, si estamos en una habitación con mucha luz natural, podemos bajar el brillo de la pantalla de nuestro ordenador o móvil. O si estamos escuchando música con auriculares, podemos bajar el volumen del dispositivo.
Usa el modo ahorro de energía o bajo consumo
Muchos dispositivos electrónicos cuentan con un modo ahorro de energía o bajo consumo que reduce su consumo al mínimo necesario para funcionar. Este modo suele activarse automáticamente cuando el nivel de batería es bajo, pero también podemos activarlo manualmente cuando queramos ahorrar energía. Por ejemplo, podemos usar el modo ahorro de energía en nuestro móvil cuando salgamos de casa y no tengamos acceso a un enchufe. O podemos usar el modo bajo consumo en nuestro ordenador cuando estemos realizando tareas que no requieran mucha potencia.
Evita exponer tus dispositivos al sol o al calor
El sol y el calor son enemigos de nuestros dispositivos electrónicos, ya que pueden dañar sus componentes internos y hacer que consuman más energía para enfriarse. Por eso, debemos evitar exponerlos directamente al sol o a fuentes de calor como radiadores o estufas. También debemos evitar dejarlos dentro del coche o en lugares con poca ventilación. Lo ideal es mantenerlos en lugares frescos y sombreados, y usar fundas o protectores que los aíslen del calor.
Optimiza el uso de tus dispositivos
Por último, una forma de reducir el consumo de energía de nuestros dispositivos electrónicos en verano es optimizar su uso y aprovechar al máximo sus funciones. Por ejemplo, podemos usar el wifi en lugar del datos móviles cuando tengamos acceso a una red inalámbrica. O podemos usar aplicaciones que nos permitan realizar varias tareas con un solo dispositivo, como leer libros electrónicos, escuchar podcasts o ver vídeos en streaming. Así evitaremos tener que cargar varios dispositivos a la vez y consumir más energía.
Siguiendo estos consejos podrás reducir el consumo de energía de tus dispositivos electrónicos en verano y disfrutar de ellos sin preocuparte por la factura eléctrica ni por el medio ambiente.