La crema catalana es un postre típico de la gastronomía catalana, que se elabora con leche, yemas de huevo, azúcar y almidón, aromatizados con canela, limón y vainilla. Se caracteriza por tener una capa de azúcar caramelizado en la superficie, que le da un contraste crujiente y dulce con la crema suave y cremosa.
La crema catalana tiene su origen en la Edad Media, cuando se preparaba como un plato de vigilia para el día de San José. Se cree que se inspiró en la crema inglesa o la leche frita, pero con la diferencia de que se quemaba el azúcar con una plancha caliente o un hierro al rojo vivo. Con el tiempo, se fue popularizando como un postre para cualquier ocasión, especialmente en las fiestas y celebraciones familiares.
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Para preparar este postre se necesitan los siguientes ingredientes:
- 1 litro de leche entera
- 8 yemas de huevo
- 100 g de azúcar
- 20 g de maicena
- Corteza de limón
- Corteza de naranja
- Canela en rama
- Vainilla
- Azúcar para caramelizar
El procedimiento es el siguiente:
- En una olla, calentar la leche con la canela, la vainilla y las cortezas de limón y naranja. Dejar infusionar unos minutos y retirar del fuego.
- En un bol, batir las yemas con el azúcar y la maicena hasta obtener una mezcla homogénea y sin grumos.
- Colar la leche infusionada y verterla poco a poco sobre la mezcla de yemas, removiendo constantemente con unas varillas.
- Volver a poner la mezcla en la olla y cocinar a fuego medio-bajo, sin dejar de remover, hasta que espese y nape una cuchara.
- Repartir la crema en cazuelitas individuales de barro o vidrio y dejar enfriar a temperatura ambiente. Luego refrigerar hasta que esté bien fría.
- Antes de servir, espolvorear azúcar sobre cada cazuelita y quemarlo con un soplete o una plancha hasta formar una capa dorada y crujiente.
La crema catalana se puede disfrutar sola o acompañada de frutos secos, fruta fresca o confitada, bizcochos o helado. Es un postre sencillo pero exquisito, que hará las delicias de los más golosos.