Los gatos son animales inteligentes, curiosos y juguetones, pero también pueden tener comportamientos indeseados, como rasguñar los muebles. Esto puede causar daños en el mobiliario, en las paredes e incluso en las personas.
¿Por qué lo hacen los gatos y cómo podemos evitarlo? Aquí te damos 5 formas de educar a tu mascota para que no rasguñe los muebles.
Entiende por qué rasguña los mueble
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Los gatos no rasguñan los muebles por maldad o por aburrimiento, sino por instinto. Lo hacen para afilar sus uñas, para marcar su territorio, para estirar sus músculos y para liberar estrés. Es una conducta natural y necesaria para su bienestar físico y mental, así que no debes castigarlo ni regañarlo por hacerlo.
Ofrece alternativas adecuadas
Lo que puedes hacer es proporcionarle a tu gato otras superficies donde pueda rasguñar sin problemas, como rascadores, juguetes o cartones. Deben ser resistentes, verticales y de una altura suficiente para que el gato pueda estirarse bien. También deben estar ubicados en lugares estratégicos, cerca de donde duerme, de donde come o de donde suele rasguñar. Así le darás opciones más atractivas que los muebles.
Refuerza positivamente el uso de las alternativas
Cada vez que veas a tu gato usar el rascador o el juguete que le has dado, prémialo con una caricia, una palabra de aliento o una golosina. Así le estarás enseñando que ese es el comportamiento que esperas de él y que le trae beneficios. También puedes rociar las alternativas con hierba gatera o catnip para hacerlas más apetecibles.
Protege los muebles más vulnerables
Si hay algunos muebles que tu gato insiste en rasguñar, puedes protegerlos temporalmente con fundas, mantas o cinta adhesiva de doble cara. Esto hará que la superficie sea menos agradable al tacto y que el gato pierda interés en ella. También puedes usar repelentes naturales, como vinagre, limón o menta, para rociar los muebles y crear un olor desagradable para el gato.
Mantén las uñas de tu gato cortas y limpias
Otra forma de prevenir los daños causados por los arañazos es mantener las uñas de tu gato cortas y limpias. Puedes hacerlo tú mismo con un cortaúñas especial o llevarlo al veterinario o a un profesional. Debes tener cuidado de no cortar la parte rosada de la uña, donde hay nervios y vasos sanguíneos, ya que podría causarle dolor o sangrado. También debes evitar la opción de la declawing o extirpación de las uñas, ya que es una práctica cruel e innecesaria que puede provocar problemas físicos y psicológicos en el gato.
Siguiendo estos consejos, podrás educar a tu gato para que no rasguñe los muebles y convivir con él de forma armoniosa y respetuosa. Recuerda que los gatos son seres sensibles que necesitan amor, atención y estimulación para ser felices y saludables.