El Pastor de Bérgamo es una raza de perro originaria de Italia, donde se utilizaba para cuidar y proteger a los rebaños de ovejas en las montañas. Su característica más distintiva es su pelaje largo y rizado, que forma unas mechas llamadas rastas o cordones. Estas rastas le dan al Pastor de Bérgamo un aspecto único y le sirven para aislarlo del frío y de las mordeduras de los lobos.
El Pastor de Bérgamo es un perro inteligente, leal y cariñoso, que se adapta bien a la vida familiar. Sin embargo, también es un perro activo y trabajador, que necesita hacer ejercicio y estimulación mental.
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No es un perro adecuado para personas sedentarias o que viven en apartamentos pequeños. Además, su pelaje requiere un cuidado especial y frecuente, ya que se ensucia y se enreda con facilidad.
Para mantener el pelaje del Pastor de Bérgamo sano y bonito, hay que cepillarlo a diario y recortarlo cada dos o tres meses. También hay que bañarlo cada vez que se ensucie, pero sin usar champú, ya que podría dañar la estructura de sus rastas. Es importante secar bien el pelaje después del baño, para evitar la humedad y los malos olores. Asimismo, hay que revisar sus ojos, oídos y uñas con regularidad.
El Pastor de Bérgamo es un perro robusto y saludable, que puede vivir entre 12 y 15 años. Sin embargo, como toda raza, puede presentar algunas enfermedades hereditarias o congénitas, como la displasia de cadera, la torsión gástrica o la atrofia progresiva de retina. Por eso, es recomendable acudir al veterinario con frecuencia y seguir el calendario de vacunación y desparasitación.
Si estás pensando en adoptar un Pastor de Bérgamo, debes tener en cuenta que se trata de un perro que necesita mucho amor, atención y dedicación. No es un perro para dejarlo solo en el jardín o en una perrera. Necesita estar cerca de su familia y sentirse útil. También debes estar dispuesto a educarlo con paciencia y firmeza, ya que puede ser algo testarudo y dominante. El Pastor de Bérgamo es un perro maravilloso, que te recompensará con su fidelidad y su alegría.