Las yemas dulces de Santa Teresa son un postre típico de Ávila que se elabora con yemas de huevo, azúcar y limón. Se dice que reciben su nombre en honor a Santa Teresa de Jesús, la mística y escritora abulense del siglo XVI. Su origen es incierto, pero se cree que proceden de la cocina andalusí y que se elaboran desde el siglo XIX.
Las yemas dulces de Santa Teresa tienen una textura suave y cremosa, y se rebozan en azúcar glas para darles un toque dulce y elegante. Se presentan en cápsulas de papel blanco y se pueden degustar como postre o como acompañamiento del café o la infusión.
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Son un souvenir muy popular entre los visitantes de Ávila, ya que se pueden encontrar en todas las pastelerías de la ciudad.
Para hacer las yemas dulces de Santa Teresa se necesita:
- 12 yemas de huevo (tamaño L)
- 100 ml de agua
- 200 g de azúcar
- La ralladura de medio limón
- Azúcar glas para rebozar
El proceso es el siguiente:
- Se pone el agua, el azúcar y la ralladura de limón en un cazo al fuego y se cuece hasta obtener un almíbar a punto de hebra fina (unos 105ºC).
- Se baten las yemas y se pasan por un colador para eliminar posibles grumos.
- Se vierte el almíbar sobre las yemas poco a poco, sin dejar de batir con unas varillas, hasta integrar bien la mezcla.
- Se pasa la mezcla a otro cazo y se cuece a fuego suave, sin dejar de remover, hasta que espese y se despegue de las paredes (unos 30 minutos).
- Se deja enfriar la mezcla y se hacen bolitas con las manos engrasadas con aceite. Se rebozan en azúcar glas y se colocan en cápsulas de papel.
- Se guardan en la nevera hasta el momento de servir.
Así se obtienen unas deliciosas yemas dulces de Santa Teresa que conquistan a todos los paladares.