Las monedas de peseta fueron la unidad monetaria de España y sus territorios de ultramar desde 1868 hasta 2002, cuando se introdujo el euro. Durante su larga historia, se acuñaron diferentes tipos de pesetas, con distintos diseños, metales y valores. Algunas de estas monedas son muy valiosas hoy en día, por su rareza, antigüedad o belleza.
Las primeras pesetas se emitieron en 1869 por el Gobierno Provisional, tras la Revolución de 1868 que destronó a Isabel II. Estas monedas tenían en el anverso una alegoría de España recostada y en el reverso el valor facial y el escudo de armas. Se acuñaron en plata y cobre, con valores desde 1 céntimo hasta 5 pesetas. También hubo una prueba de oro de 100 pesetas, muy escasa y cotizada.
Después vinieron las pesetas de los distintos monarcas: Amadeo I, Alfonso XII, Alfonso XIII y Juan Carlos I. Cada uno de ellos tuvo sus propios diseños y características, reflejando los cambios políticos y sociales de cada época. Algunas de las monedas más destacadas son las de 5 pesetas de plata de Alfonso XII, conocidas como "duros", las de 25 pesetas de oro de Alfonso XIII, llamadas "medio calderilla", o las de 50 pesetas de Juan Carlos I, con la efigie del rey y el escudo constitucional.
También hubo pesetas durante la II República, la Guerra Civil y el Franquismo. Estas monedas son muy interesantes desde el punto de vista histórico y numismático, ya que muestran la diversidad y la complejidad de aquellos tiempos. Por ejemplo, la peseta de 1937, conocida como "la peseta de las uvas", que llevaba en el anverso una imagen alegórica de la República y en el reverso un racimo de uvas, símbolo de la agricultura. O las pesetas de Franco, que tenían en el anverso el busto del dictador y en el reverso el escudo nacional con el águila imperial.
Finalmente, las últimas pesetas se acuñaron entre 1982 y 2001, coincidiendo con la etapa democrática y la entrada en la Unión Europea. Estas monedas tenían en el anverso el busto del rey Juan Carlos I y en el reverso diferentes motivos alusivos a la cultura, la historia o la geografía españolas. Por ejemplo, las monedas de 1 peseta llevaban una imagen del Quijote, las de 5 pesetas una del acueducto de Segovia, o las de 500 pesetas una del Palacio Real.
¿Las busco o no?
Las monedas de peseta son un testimonio del pasado y un patrimonio que hay que conservar y valorar. Muchas de ellas tienen un gran valor económico y sentimental para los coleccionistas y los aficionados a la numismática. Otras son simplemente recuerdos de una época que ya no volverá. Hoy en día, muchas personas conservan las pesetas como recuerdo o como colección, pero también hay otras razones para recolectarlas.
Buen fajo de billetes
Una de las razones es que las pesetas pueden tener un valor económico superior al que tenían en su momento. Algunas monedas y billetes son muy escasos o tienen algún defecto o peculiaridad que los hace más codiciados por los coleccionistas. Por ejemplo, se estima que una peseta de 1947 con el número 56 en el reverso puede valer hasta 20.000 euros, mientras que un billete de 100 pesetas de 1928 con la firma de Zorrilla puede alcanzar los 12.000 euros.
Los sentimientos entran en juego
Otra razón para recolectar las pesetas es que pueden tener un valor histórico o sentimental. Las pesetas son testimonio de los cambios políticos, sociales y culturales que vivió España a lo largo del siglo XX. Cada moneda y billete refleja la época en la que se acuñó o emitió, con sus símbolos, personajes y motivos artísticos. Además, las pesetas pueden evocar recuerdos personales o familiares asociados a momentos especiales o significativos.
Mantener la historia de España en vilo
Por último, recolectar las pesetas puede ser una forma de contribuir a la preservación del patrimonio numismático español. Las pesetas forman parte de la riqueza cultural del país y merecen ser conservadas y estudiadas. Recolectar las pesetas implica cuidarlas, clasificarlas y documentarlas, lo que ayuda a difundir su conocimiento y valoración entre el público. Así, las pesetas no solo son un medio de pago del pasado, sino también un legado para el futuro.
De esta manera, te recomendamos que vayas ahora mismo a buscar las pesetas en tu hogar, porque tal vez te podrías estar perdiendo de miles de euros para tu bolsillo.