El maquillaje es una forma de expresar nuestra personalidad, resaltar nuestra belleza y corregir nuestras imperfecciones. Sin embargo, no todos los productos de maquillaje nos quedan bien, ya que dependen de nuestro tipo de piel y tono. Por eso, es importante saber cómo elegir el maquillaje adecuado para cada una de nosotras, y así lograr un resultado natural y armonioso.
En este artículo, te daremos algunos consejos para que puedas elegir el maquillaje que más te favorece, según tu tipo de piel y tono.
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Tipo de piel
El primer paso para elegir el maquillaje adecuado es conocer nuestro tipo de piel, ya que esto determinará el tipo de productos y texturas que debemos usar. Existen cuatro tipos básicos de piel: seca, grasa, mixta y normal.
- Piel seca: Es una piel que tiene poca hidratación y elasticidad, y que suele presentar tirantez, descamación y arrugas. Para este tipo de piel, se recomienda usar productos de maquillaje hidratantes y cremosos, que aporten luminosidad y nutrición. Por ejemplo, se puede usar una base líquida o en crema, un corrector hidratante, un rubor en crema o líquido, y un labial cremoso o gloss.
- Piel grasa: Es una piel que produce demasiado sebo, y que suele presentar brillo, poros dilatados y granitos. Para este tipo de piel, se recomienda usar productos de maquillaje matificantes y oil-free, que controlen el exceso de grasa y eviten los brotes. Por ejemplo, se puede usar una base en polvo o mousse, un corrector oil-free, un rubor en polvo o gel, y un labial mate o fijo.
- Piel mixta: Es una piel que tiene zonas secas y zonas grasas, generalmente en la zona T (frente, nariz y barbilla). Para este tipo de piel, se recomienda usar productos de maquillaje equilibrantes y adaptados a cada zona. Por ejemplo, se puede usar una base fluida o en barra, un corrector ligero, un rubor en polvo o crema, y un labial satinado o semi-mate.
- Piel normal: Es una piel que tiene un nivel óptimo de hidratación y sebo, y que suele presentar un aspecto suave, liso y uniforme. Para este tipo de piel, se recomienda usar productos de maquillaje que realcen su belleza natural y la protejan del sol y la contaminación. Por ejemplo, se puede usar una base con factor de protección solar (FPS), un corrector iluminador, un rubor en polvo o crema, y un labial hidratante o tintado.
Tono de piel
El segundo paso para elegir el maquillaje adecuado es conocer nuestro tono de piel, ya que esto determinará el color de los productos que debemos usar. Existen tres tonos básicos de piel: claro, medio y oscuro.
- Piel clara: Es una piel que tiene poca melanina (el pigmento que da color a la piel), y que suele presentar rojeces, pecas y sensibilidad al sol. Para este tipo de piel, se recomienda usar colores de maquillaje suaves y fríos, que contrasten con el tono de la piel y le den un aspecto saludable. Por ejemplo, se puede usar una base del mismo tono que la piel o un poco más clara, un corrector rosado o beige, un rubor rosa o melocotón, y un labial rosa, coral o nude.
- Piel media: Es una piel que tiene un nivel medio de melanina, y que suele presentar un aspecto dorado o aceitunado. Para este tipo de piel, se recomienda usar colores de maquillaje cálidos y luminosos, que resalten el tono de la piel y le den un aspecto radiante. Por ejemplo, se puede usar una base del mismo tono que la piel o un poco más oscura, un corrector amarillo o naranja, un rubor bronce o terracota, y un labial rojo, fucsia o marrón.
- Piel oscura: Es una piel que tiene mucha melanina, y que suele presentar un aspecto moreno o chocolate. Para este tipo de piel, se recomienda usar colores de maquillaje intensos y vibrantes, que contrasten con el tono de la piel y le den un aspecto sofisticado. Por ejemplo, se puede usar una base del mismo tono que la piel o un poco más clara, un corrector naranja o rojo, un rubor morado o borgoña, y un labial morado, berenjena o negro.
Esperamos que estos consejos te hayan ayudado a elegir el maquillaje adecuado para tu tipo de piel y tono. Recuerda que lo más importante es sentirte cómoda y segura con tu maquillaje, y que puedes experimentar con diferentes colores y productos hasta encontrar los que más te gusten. ¡Diviértete maquillándote!